La Nada (Parte 1 de 3)

Nadie parece saber desenvolverse con ella.
(Nadie, desde luego, sí sabría)
P. L. Heat

Nuestro tema es la nada. Por definición, nada es lo que no existe, aunque los conceptos que de ella nos formamos si existen en tanto que conceptos. En matemáticas, en ciencia, en filosofía y en la vida ordinaria resulta enormemente útil disponer de palabras y símbolos para expresar tales conceptos.
¿Se puede ver la Nada? Lo que más se aproxima a dicha experiencia es cerrar los párpados durante un espacio prolongado de tiempo en una habitación en penumbras y en silencio.
¿Se puede crear a partir de la nada? Esbozaremos primeramente una respuesta filosófica. Aquí conviene considerar no solamente la emanación de algún ente particular (lo que es, existe o puede existir) de un agente particular (que obra o tiene virtud de obrar), sino también la emanación de todo ente de la causa universal, que es Dios, o ser supremo, o la fuerza, el punto omega, o brama, etc.: y esta última emanación es la que designamos con el nombre de creación. Ahora bien: lo que procede por emanación particular, no puede suponerse anterior a dicha emanación. Así por ejemplo, cuando un hombre es engendrado, no era antes hombre, sino que de no hombre es hecho hombre. De aquí es que, si se considera la emanación de lo universal del ente a través de su primer principio, es imposible presuponer ente alguno a esta emanación; puesto que nada es lo mismo que no ente. Luego, así como la generación del hombre se hace de este no ente, que es el no hombre, de igual modo la creación, que es la emanación de todo el ser universal, se hace del no ente, que es la nada.
A veces les formulo a mis alumnos la siguiente pregunta:
— ¿Qué es una recta?
— Es una sucesión infinita de puntos alineados.
— Hum… bueno. ¿Qué es un segmento rectilíneo?
— Es una porción de recta que tiene principio y fin.
— O sea que dicho segmento es una porción de
infinito que ha su vez es infinito.
— Si, así es.
— Hum… bueno. Ahora bien, dicha porción de infinito ¿está
constituída por fragmentos finitos que llamamos punto?
— Si, exactamente.
— De acuerdo. Por lo tanto llegamos a destino, o sea, la pregunta central de todo este razonamiento…¿Qué es un punto?
— Este… bueno… es esto (pasan a la pizarra y posan apenas la tiza sobre ella).
— Me acerco bien a lo que ha representado como punto y no veo un punto, a simple vista se observan muchos montículos blancos y le pregunto que pasaría si lo observáramos a niveles microscópicos y lógicamente me responde que veríamos muchos mas montículos.
— O sea que nos alejamos de la idea de punto. ¿No será acaso un alegoría aquello del punto?
— ¡No! Por supuesto que no, debemos ubicar el átomo que se encuentre en el centro de dicha observación y el núcleo de ese átomo es el punto.
— Lamento decepcionarte querido alumno, pero dicho núcleo está en constante movimiento, o sea que jamás lo podríamos ubicar en el centro de manera continua, salvo por un instante casual de tiempo, pero aún así, no podríamos alinearlo con otros similares. Ya la probabilidad de que tres núcleos queden alineados en un instante infinitesimal de tiempo es casi nula, imagínate entonces la probabilidad de que infinitos núcleos queden alineados durante un intervalo de tiempo prolongado. Y ni te cuento si consideramos que dicho núcleo lo podemos fragmentar.
— Así que el punto no existe.
— No, no existe.
— Por lo tanto; ¿no existe el segmento, la recta, el plano, el triángulo, un ángulo, el espacio?
— Así es mi amigo, no existen. Le han mentido todita su vida. Existen en tanto concepto, más no como realidad tangible. Dicho lo cual, en este punto culminamos la clase de hoy.
— ¿Por lo tanto seguimos la clase?
— Has comprendido muy bien, prosigamos entonces…

Siempre he relacionado geométricamente al Punto con la Nada, o sea, como ha partir de la Nada se puede llegar al Todo. Pero también podemos aproximarnos algebraicamente a la Nada por la vía del conjunto vacío, llamado también conjunto nulo. Este conjunto no es lo mismo que la nada, porque el conjunto vacío tiene la misma clase de existencia —sea ésta cual fuere— que cualquier otro conjunto, no obstante ser el vacío singular entre todos ellos. El conjunto vacío es el único conjunto que carece de elementos, y también el único que es subconjunto de cualquier otro. De una cesta con tres manzanas podemos tomar una, dos, tres o ninguna manzana.
El conjunto vacío denota, si bien no denota cosa alguna. Denota, por ejemplo, cosas tales como el conjunto de todos los círculos cuadrados, el conjunto de todos los números primos pares distintos de 2, o el conjunto de todos los lectores que seamos extraterrestres. El conjunto vacío denota, en general, el conjunto de todos los “x” que verifiquen cualquier enunciado concerniente a “x” que sea falso para todos los valores de “x”. Cualquier afirmación acerca de los miembros del conjunto vacío no contiene ni un solo elemento para el cual el enunciado pueda ser falso.
El conjunto vacío se simboliza por Ø. No debemos confundirlo con 0, que es el símbolo del cero. Ordinariamente, cero es un número que denota el número de elementos de Ø. El conjunto vacío no denota a ningún ente (lo que es, existe o puede existir), mientras que 0 denota el número de elementos pertenecientes a tales conjuntos, por ejemplo el número de manzanas de una canasta vacía. El conjunto de estas inexistentes manzanas es Ø, mientras que el número de manzanas es 0.
Continuará...

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